miércoles, 23 de diciembre de 2009

La saga de Crepúsculo

Stephenie Meyer, autora de la saga "Crepúsculo", merece cada centavo que tiene. ¿Por qué? Porque ha tomado un ser de la cultura popular y lo ha rebajado a un nivel digerible para los pubertos, que son tan fácilmente desdeñados por esta sociedad adulta por el simple hecho de tener demasiado acné y muy pocas neuronas.

Pero oigan... no hay por qué preocuparse, porque si algo tienen estos autores es que apuntan al común denominador, de modo que siempre tienen algo que a todos gusta. La película "Luna Nueva" (la primera no la vi, por favor no me pidan que lo haga) tiene algo para cada gusto, y si no me creen, miren ustedes:

1) Está el joven con cara de junkie con pocos amigos (el vampiro), para las damas que gustan de las lagartijas rockeras que están tan de moda.

2) Está el joven latino con mucho musculo (el hombre lobo), para las que buscan algo más natural y bronceado.

3) Está la chica ésta, la que quiere ser una vampira guapota. Con eso supongo que el 90% del público masculino sale satisfecho si tan sólo se quita la mayoría de la ropa en algún momento (la verdad ya no recuerdo si llega a quitarse la ropa, yo andaba en otras cosas).

4) La trama incluye algún tipo de historia de amor que dejará satisfechos a los melosos.

5) La trama incluye algún tipo de historia de misterio donde los personajes juegan un rol que nadie termina de entender completamente hasta que la autora ya sacó el último centavo que podía sacar y decide terminar la saga con un libro que de alguna manera amalgame todas las inconsistencias y cosas no respondidas a lo largo de los distintos libros (algo así como cuando Puchi volvió a su planeta).

6) Lo mejor de todo, y que sin duda cambiará la forma en la que vemos a los vampiros: resulta que estos tíos no se incineran cuando les da el sol, sólo comienzan a brillar como lentejuelas. Original, lo que se dice original, sí es.

A lo mejor yo también puedo hacer una saga para jóvenes... la llamaré "Forúnculo". Esperen un borrador uno de estos días.

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